Eres diferente al resto o del montón...??

Mil veces nos ha pasado el sentirnos diferentes al resto... sentirnos grandes... o sentirnos pequeñitos... y es que muchas veces no nos damos cuenta de que en cualquier ocasion está funcionando nuestra imagen personal (nuestra Marca Personal, nuestra Personal Branding)

Hay que tener en cuenta que nuestra imagen personal es nuestra carta de presentación, refleja la manera en que queremos mostrarnos al mundo y a los demás.

Muchas veces decimos más con el cuerpo que con las palabras. Podemos entender el cuerpo como un elemento magnifico de comunicación. Es la tarjeta de presentación de una persona y debe ir acompañado del control del lenguaje verbal y el no verbal.

Cuando hablamos de imagen personal, no nos referimos solo a la vestimenta, sino a algo mucho más amplio que incluye también la postura, los movimientos, los rasgos físicos, la manera de caminar, la mirada, la risa, el tono de voz, la higiene, la cortesía, la educación... Es un estilo de vida, una forma de ser y actuar y cada persona tiene la suya.

En el mundo de la comunicación existen 4 canales de información que se utilizan al trasmitir cualquier mensaje, y deben mantener una coherencia: 

- La apariencia exterior

- El tono y modulación de la voz

- Los gestos

- La indumentaria

Si alguno de estos elementos no guarda sentido con el resto el oyente se encuentra en la disyuntiva de creer en lo que oye o en lo que ve.

“La primera impresión es la que cuenta”

Según los psicólogos sociales, cuando se produce el encuentro con una persona, el período crítico son los primeros 5 minutos y las impresiones que se forman durante ese tiempo persisten y se refuerzan.  Como dicen la frases populares: “La primera impresión es la que cuenta” y “No existe una segunda oportunidad para causar una primera impresión”.

La imagen personal es como una foto, lo que los demás ven de nosotros en una mirada rápida.

Por otro lado, la buena presencia, ser y sentirse agradable a la vista de los demás, hace a las personas más seguras de si mismas, lo cual mejora su desarrollo personal, profesional y social.

La regla de oro para transmitir una buena imagen es: “estar a gusto y seguro con uno mismo”. Creer en si mismo y sentirse a la altura de los demás!