martes, 19 de junio de 2012

¿RESPONDEN LOS VALORES TRANSMITIDOS POR LA IMAGEN DE MARCA A LA REALIDAD DE LOS PRODUCTOS O EMPRESAS? ¿DEBERÍAN RESPONDER?


Qué vivimos en el mundo de la imagen, está claro. Ya no importan sólo los productos que venden las empresas, sino más que nada la marca que llevan. Y con ellas, el “estilo de vida” que nos ofrecen; la sensación de pertenecer a un grupo u otro de la sociedad. Para ello, la publicidad se ha convertido en un elemento esencial, en el principal “creador de mundos” donde la apariencia es lo primero.

La teoría es que una empresa que vende algo debe ofrecer un producto, ¿no? Esa es la idea. Pero la realidad es bien distinta. Desde unos años a esta parte, lo que compramos es una imagen. Así de claro. Una marca, que en realidad lo que nos aporta son sensaciones y un estilo de vida, hasta el punto de que hay quien es capaz de tatuarse el logo de su marca favorita en el ombligo.

La actuación de las asociaciones de consumidores, las instituciones públicas y otras organizaciones sociales influye en los modos en que todos llevamos a cabo el consumo, pero la facultad última es del propio consumidor porque en sus manos está marcar el ritmo y las leyes del mercado. Su poder es tan grande que le permite, en cierto modo, cambiar el mundo. Y tiene que ser consciente de ese papel activo, asumiéndolo y ejercitándolo en su vida cotidiana.

La clave está en consumir de modo consciente y reflexionado, con el propósito de ser feliz y que lo que se compra nos reporte verdaderamente felicidad. Muchas veces adquirimos objetos que en vez de producirnos satisfacción, nos suponen preocupación y ansiedad. Y el consumo debiera generar todo lo contrario, y convertirse en una acción gratificante. Pero, ¿qué ocurre? Que pensamos que adquirir cosas es una manera de autoafirmarnos, y si su precio es alto y podemos comprarlas, mejor todavía, pocas veces se consumen productos de marcas poco conocidas y baratas, ya que pensamos que serán de menor calidad. Aunque España no es tan reacio como EE.UU. en adquirir productos de marcas poco conocidas, o marcas blancas.


1 comentario:

  1. Creo que es verdad, ahora ya hasta en las marcas blancas. Porque sí, yo prefiero el acondicionador de deliplus que el de %dia. :)

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